27 de Marzo de 2023

Lucha contra la resistencia a los antibióticos

Los antibióticos se han convertido en una herramienta indispensable de la medicina, que trata numerosas enfermedades infecciosas de forma eficaz y segura. Sin embargo, los investigadores advierten de que esto podría cambiar como consecuencia del aumento de la resistencia.

La resistencia a los antibióticos está aumentando en todo el mundo. Los expertos la consideran uno de los mayores riesgos sanitarios para la población humana. Si los patógenos se vuelven resistentes a los antibióticos, muchas infecciones bacterianas podrían dejar de ser tratables en el futuro e incluso ser mortales. Esto es especialmente cierto en el caso de las bacterias multirresistentes. La principal razón del desarrollo de resistencias es el uso excesivo o incorrecto de antibióticos, tanto en medicina humana como en ganadería.

En este vídeo, Ronald Niemeijer, de-R-Biopharm, explica este problema con más detalle:

¿Qué se puede hacer contra la resistencia a los antibióticos?

Cualquier uso de antibióticos conlleva el riesgo de que sobrevivan bacterias resistentes. Para evitar que siga aumentando la resistencia a los antibióticos, es fundamental hacer un uso responsable de los mismos. Esto incluye las siguientes medidas

Uso correcto de los medicamentos (zona de aplicación, dosis, duración del tratamiento, etc.)
Uso moderado en ganadería para evitar residuos de antibióticos en los alimentos (cumplimiento del plazo legal de retirada, prohibición de antibióticos como agentes de engorde)
Medidas de higiene y vacunación para evitar en la medida de lo posible las infecciones y prevenir así la propagación de agentes patógenos.


¿Hasta qué punto son peligrosos los residuos de antibióticos en los alimentos?

Aunque el uso de antibióticos está en gran medida prohibido en la agricultura ecológica, está muy extendido en la ganadería industrial. Aunque el uso de antibióticos sólo está permitido para el tratamiento específico de animales enfermos, sigue ocurriendo que los antibióticos también se aplican como medida preventiva. Su uso incorrecto o ilegal puede generar residuos en los productos animales. Los alimentos contaminados pueden ser el pescado y el marisco, la carne, los despojos, la leche, los huevos o incluso la miel. Los residuos de antibióticos pueden favorecer el desarrollo de bacterias multirresistentes, pero también suponen un riesgo directo para la salud de los consumidores debido a sus propiedades potencialmente cancerígenas o tóxicas y a su potencial alérgico. Para proteger a los consumidores, en muchos países se aplican niveles máximos de residuos.

Existen varios métodos de ensayo para el control. Las pruebas ELISA permiten una cuantificación precisa de antibióticos individuales. Además, también se dispone de una prueba microbiana rápida en forma de Premi®Test, que permite un cribado sencillo y rentable directamente in situ en la granja, en el matadero o en las plantas de procesado de carne. También puede detectar residuos de antibióticos directamente en la orina del ganado vacuno y porcino.

¿Necesitas ayuda para detectar presencia de antibióticos en alimentos?